Ya se va
Alejandro el profesor
A su
descanso tan merecido
Fue su
trabajo de supervisor
Y que jamás
pasara al olvido.
Eres como el
sembrador
Que de
escuela a escuela regaste la semilla
Por tus
sabios consejos se reconoce tu labor
Cual desempeñaste
con mucha alegría
Nunca
supimos que descansaste
En esta
faena tan sagrada
En el divino
oficio de enseñar te esforzaste
Y así dejar
muchas mentes cultivadas
Mas que
docentes fuiste amigo
Hombre
altruista solidario y humano
Muchas veces
fuimos testigo
Que al
maestro desempleado le tendiste la mano
Al maestro
de maestros recordaremos
A ese mentor
de tantas generaciones
Que de
nuestro pensamiento nunca apartaremos
Eternamente
grabado será en nuestros corazones.
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